Por: Andrés Ariza, Ingeniero de Sistemas.
El anuncio en febrero por parte de Microsoft de que dejará de dar soporte a su sistema operativo Windows 7 causó un estrés entre sus usuarios. La compañía informó que importantes herramientas cotidianas, como la banca personal (se refiere al movimiento que se realiza a través de internet en el banco) y las compras en línea, ya no serían seguras en las computadoras con Windows 7, ahora obsoletas y tierra fértil para los piratas informáticos.
La recomendación de la compañía fue implementar la actualización de inmediato e idealmente comprar una nueva computadora portátil, ya que la anterior podría ser demasiado lenta o no funcionar tan bien con el Windows 10 actual, pero ese es un gasto al que muchos no podrán hacer frente. Para la ciudad de Cúcuta un portátil que soporte Windows 10 y funcione para actividades cotidianas (uso de Word, Excel, navegación por internet) puede estar costando alrededor de un millón doscientos mil pesos. ¿Pero es realmente necesario comprar una nueva computadora portátil? ¿O es hora de que cambiemos a un dispositivo completamente diferente?
Las investigaciones hechas al respecto muestran que la propiedad, el uso y la importancia de las computadoras portátiles ha disminuido en los últimos tres años, al ser reemplazadas en gran medida por los teléfonos inteligentes.
Una encuesta de usuarios de internet encontró que solo el 15% pensaba que su computadora portátil era su dispositivo más importante para acceder a la red, en comparación con el 30% que así opinaba en 2015, mientras que el 66% pensaba que su teléfono inteligente era la vía más importante, en comparación con el 32% que pensaba así en 2015.
Esto ha llevado a algunos a predecir la muerte lenta de la computadora portátil, debido a las preferencias de los jóvenes y una mayor familiaridad de los usuarios en general con los dispositivos de bolsillo. Una encuesta realizada por el regulador británico Ofcom en 2017 también detectó un aumento récord de personas mayores que usan teléfonos inteligentes y tabletas.
Pero también hay otras razonas para no rendirse ante una nueva actualización de Windows 10 y terminar gastando una pequeña fortuna en una nueva computadora portátil. No menos importante es el hecho de que el nuevo sistema operativo no está exento de errores y otros problemas de seguridad. De hecho, la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos encontró recientemente una falla tan grave que, de manera casi inusual, emitió una advertencia pública.
Entonces ¿necesitas cambiar de computadora? Puede que lo más inteligente sea esperar y ver. Existen otros dispositivos para realizar trámites como los de la banca en línea, y tu antigua computadora portátil funcionará perfectamente para tareas que conlleven riesgos de seguridad. En vez de dar dinero a los fabricantes y vendedores de computadoras portátiles, podrías gastarlo en otro lugar.