Nicolás Maduro es reelegido para un tercer mandato con el 51.2% de los votos, según el CNE
El Consejo Nacional Electoral anunció en horas de la noche los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela, donde el oficialismo obtuvo la victoria con una ventaja de siete puntos sobre la candidatura opositora liderada por Edmundo González Urrutia, quien logró el 44,2% de los votos. Con dicha cifra, el presidente venezolano podrá gobernar por un tercer mandato de seis años, extendiendo su mandato hasta el año 2030.
El CNE anunció los resultados tras más de seis horas de escrutinio, en las que las autoridades chavistas ya celebraban la victoria, pese a que aún estaba vigente el silencio electoral.
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, aseguró que «en las próximas horas» se publicarán en la página web del CNE los detalles de los resultados, mesa por mesa, y se entregará un informe digital a los 38 partidos políticos que participaron en la contienda. Sin embargo, de manera previa a entregar los resultados se presentaron “fallas en el sistema” a lo que Amoroso aseguró que: «Hemos solicitado de inmediato al fiscal general de la república (Tarek William Saab) se inicie una investigación sobre las acciones terroristas perpetradas contra nuestro sistema electoral, contra los centros de votación y contra también de funcionarios electorales».
La oposición, a su vez, denunció irregularidades tras la jornada con una alta participación, la cual se ubicó en el 59%, según el primer boletín ofrecido por el organismo electoral, el cual estuvo controlado por el oficialismo.
Surgen muchos interrogantes frente a estas elecciones presidenciales ya que no es la primera que vez que el CNE se demora en entregar los cómputos de unos comicios pese a que el sistema electoral venezolano está totalmente automatizado y, según los técnicos, permitiría ofrecer un resultado una hora después de cerrados los centros de votación.
Países como: Chile, Guatemala, Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Estados unidos, se pronunciaron frente a las elecciones, exigiendo un conteo de votos transparente, calificando este acto como “una violación de la voluntad popular del pueblo venezolano”.