Por: Álvaro Iván Gómez, párroco Sagrada Familia.
Fotos: Cortesía (autorizada por sus padres)
La situación que vive el mundo actual por causa de la pandemia del COVID19, ha generado una serie de cambios fuertes en la vida de todos los seres humanos, de manera especial en la dinámica de los niños, ya que tienen que enfrentarse a realidades como dejar su estilo de vida: horas de juego fuera de casa, interacción escolar, distanciamiento con amigos y familiares muy cercanos, todo esto como medidas de prevención.
Es muy importante que ante el nuevo estilo de vida, que se debe asumir, los adultos expliquen con claridad a los niños, sobre la situación y riesgos que se están viviendo y que amenazan la integridad de la vida de las personas, sobre todo porque antes de los doce años es un poco más difícil para los niños la comprensión de lo que está sucediendo.
Es importante que frente a esta realidad, se tenga especial cuidado sobre el grupo de niños más vulnerables de la sociedad. Que se gesten soluciones creativas y alternativas que les garantice el descanso, el juego, tiempo de ocio, actividades de diversa índole que llegue a los niños a través de los diversos medios o redes de comunicación.
Las restricciones
Hoy la televisión y las redes sociales están invadidos de información, alguna real, otra especulativa, que los niños ven en casa y que pueden transmitir miedo o pánico. Por eso es muy importante ante todo que los padres transmitan tranquilidad, serenidad a los niños; ya que estos no se basan solo en lo que ven en la televisión, sino que también observan la actitud de las personas, su ansiedad ante el incertidumbre de lo que vendrá y esto “es lo que más afecta a los niños” (María Laura Santellán psicoterapeuta de niños y adolescentes).
Cómo entender sobre autocuidado y el cambio de hábitos
El reto de muchos padres de familia hoy, es saber encontrar palabras adecuadas de acuerdo a la etapa o edad de su hijo, que le ayuden a explicar de forma clara y sencilla, qué estamos viviendo, qué debemos hacer y cómo lo tenemos que hacer. De otra parte, debemos ser conscientes, que esta es una tarea que nos compete a todos, pues todos estamos viviendo este tiempo de contingencia.
Un aspecto que debemos tener en cuenta, es que toda situación nueva, y que lleva una amenaza contra la vida, despierta en el ser humano: miedo, angustia, ansiedad; y a esta realidad psicológica no se escapa los niños. Es importante destacar que todas las exigencias derivadas del autocuidado, pueden introducirnos incluso en un estado paranoico (como patrón de desconfianza frente a los demás y las cosas mismas); y también a un estado obsesivo compulsivo, frente a la limpieza.
Una de las primeras actitudes de los padres es aprovechar el tiempo de familia para acercarse al niño y así le pueda comunicar seguridad y protección. Pero esta cercanía, también debe ser aprovechada por el padre o el cuidador para indagar lo que piensa el niño, lo que ha escuchado y lo que sabe sobre la situación que se está viviendo.
Es importante que a la hora de hablar con su hijo, se documente de fuentes confiables, para que dé información adecuada, y posteriormente buscar la forma más creativa y original para enseñarle; puede incluso valerse de los videos que cuelgan en las redes y los comerciales de la televisión; así el niño podrá tener un mejor conocimiento sobre lo que se está viviendo, y pondrán en práctica las normas de autocuidado que se deben tener.
El nuevo estilo de vida desde casa, también debe llevar a la familia a asumir una nueva forma de vida o cambio de hábitos. Es importante que vean el tiempo de confinamiento, o cuarentena no como tiempo de castigo, sino una medida de cuidado y protección personal y también para los demás, como los abuelos.
Es tiempo de cercanía y diálogo con los niños y también con los adolescentes, es importante que se dialoguen sobre las normas que regirán el tiempo en casa, qué responsabilidades y ayudas proporcionará cada uno para el cuidado de la casa y las rutinas que debemos mantener para estar todos bien y cuidarnos. En este aspecto es muy importante, los horarios de las actividades, tiempos que se deben dedicar a cada una, y mantener los padres la autoridad y la disciplina.
Modificación de las clases