El Papa Francisco sale del hospital después de 38 días. “Gracias a todos”, dijo
Después de 38 días de hospitalización en el Policlínico Gemelli de Roma, el Papa Francisco recibió el alta médica este domingo, marcando un momento de gozo para toda la Iglesia universal. A sus 88 años, el Santo Padre había sido ingresado debido a una neumonía bilateral severa que requirió atención médica intensiva. Gracias a los cuidados recibidos y a la oración de miles de fieles en todo el mundo, el Pontífice ha mostrado signos alentadores de recuperación. Sin embargo, continuará en reposo y bajo supervisión médica en la Casa Santa Marta, donde proseguirá su convalecencia.
A las 12:02 p.m., el Papa Francisco apareció en silla de ruedas en el balcón del quinto piso del hospital para saludar a los fieles congregados. El Santo Padre dirigió unas conmovedoras palabras de gratitud: “Gracias a todos. Veo a esa señora con las flores amarillas, es buena”. Con su característica cercanía y espíritu paternal, se mostró visiblemente conmovido por el cariño de los presentes, quienes lo recibieron con calurosos aplausos y muestras de afecto.
Fiel a su profunda devoción mariana, antes de regresar al Vaticano, el Papa Francisco realizó una parada en la Basílica de Santa María la Mayor para orar ante la imagen de la Virgen Salus Populi Romani. Este gesto, que ha marcado los momentos más significativos de su pontificado, refleja su confianza en la intercesión de la Virgen María. Encomendó a ella su recuperación, así como la salud de todos los enfermos y el destino de la Iglesia.
En su mensaje dominical del Ángelus, difundido por la Santa Sede, el Papa Francisco reflexionó sobre la parábola de la higuera estéril (Lc 13,6-9), “un símbolo de la paciencia de Dios y su deseo de conversión para la humanidad. Jesús nos presenta la imagen de un campesino que, en lugar de talar la higuera que no da fruto, decide abonarla y cuidarla un poco más, esperando que finalmente produzca frutos. En este pasaje, el Santo Padre encontró un paralelismo con su propia experiencia en el hospital, destacando la paciencia y dedicación de los médicos y el personal sanitario, así como la esperanza y el amor inquebrantable de Dios por cada uno de sus hijos”.
Así mismo, el Papa expresó su profunda preocupación por la escalada de violencia en la Franja de Gaza y elevó un urgente llamado al cese de los bombardeos, la liberación de los rehenes y el establecimiento de un alto el fuego definitivo. También celebró con esperanza el acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán, confiando en que traiga estabilidad a la región del Cáucaso meridional. En su oración, pidió fervientemente por la paz en Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán y la República Democrática del Congo.
Después de su visita a la Basílica de Santa María la Mayor, el Santo Padre regresó a la Casa Santa Marta, donde seguirá con su recuperación. Aunque los médicos han recomendado un período de descanso, el Papa mantiene su firme deseo de continuar con su misión pastoral, sirviendo con el mismo entusiasmo y entrega que lo han caracterizado desde el inicio de su pontificado.
