Discuten en Chile un plan de protección a los defensores del medioambiente en Latinoamérica
El Tratado de Escazú representa el primer acuerdo en América Latina que asegura el acceso a la información sobre el medio ambiente, la participación ciudadana en decisiones ambientales y la protección de los activistas ecológicos. Durante la inauguración de la tercera reunión de los firmantes en la sede de la CEPAL en Santiago, el presidente de Chile, Gabriel Boric, subrayó la importancia de proteger a quienes defienden la vida.
Firmado en Escazú, Costa Rica, en 2018, este tratado ha sido ratificado hasta ahora por 15 países, entre ellos Antigua y Barbuda, Argentina, Bolivia, Colombia, Dominica, Ecuador, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Uruguay. Chile y Uruguay han propuesto un Plan de Protección para garantizar la seguridad de los activistas ambientales, en medio de los conflictos relacionados con la tierra y el agua que involucran desde grandes empresas hasta mafias dedicadas a la minería ilegal o la deforestación.
Marcelo Cousillas, presidente de la COP, calificó el proyecto como «ambicioso pero realista» para los próximos seis años hasta 2030. Según Global Witness, entre 2012 y 2022 fueron asesinados 1.910 defensores del medio ambiente en todo el mundo, la mayoría de ellos en América Latina, donde se registraron 177 casos en 2022, con un tercio de ellos en Colombia.«
América Latina es la región más peligrosa para los defensores del medio ambiente», afirmó Javier Medina, secretario adjunto de la CEPAL. Los delegados de los 15 países, junto con representantes de la sociedad civil, incluidos los sectores indígenas, intentarán definir la hoja de ruta para la implementación del programa de protección durante la reunión. Rayén Rupayán, una estudiante y defensora mapuche de 22 años, destacó: «No estamos en contra del desarrollo, pero sí estamos en contra de que no se proteja la vida de quienes defienden los territorios».