Un número sin precedentes de personas se encuentran desplazadas a la fuerza en todo el mundo, alcanzando alarmantes cifras de 120 millones, según informa la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Esta cifra, revelada en su último informe sobre migración, representa un aumento significativo en comparación con los 117,3 millones de personas que se encontraban en la misma situación a finales del año pasado.
Las guerras, la persecución, la violencia y las violaciones de los derechos humanos continúan siendo los principales impulsores del desplazamiento forzado y generando un panorama desolador que ha aumentado durante los últimos 12 años, triplicándose desde 2012. Entre las causas de este fenómeno, ACNUR señala la combinación de nuevas crisis y la incapacidad de resolver conflictos de larga data.
Los desplazados internos son aquellos que se ven obligados a huir dentro de su país, constituyen el grupo más numeroso dentro de esta crisis, con 68,3 millones de personas. Esta cifra representa un aumento de casi el 50% en los últimos cinco años, y se ve agravada por situaciones como el devastador conflicto en Sudán, que ha provocado el desplazamiento de más de 7,1 millones de personas dentro del país desde abril de 2023, y de 1,9 millones más fuera de sus fronteras.
El número de refugiados en todo el mundo también ha experimentado un aumento, llegando a los 43,4 millones en 2023. Esta cifra incluye a 5,8 millones de personas adicionales que necesitan protección internacional, principalmente de Venezuela, lo que representa un aumento de medio millón en comparación con el año anterior.
Cabe destacar que 6 millones de refugiados palestinos también se encuentran bajo el mandato de la UNRWA. Si bien el número de nuevas solicitudes de asilo individuales y los reconocimientos de refugiados han aumentado en comparación con 2022, la protección temporal ha disminuido drásticamente. Esto se debe principalmente a la reducción del número de personas que huyen de Ucrania, ya que, en 2023, 924.800 refugiados ucranianos recibieron protección temporal principalmente en países europeos, frente a los 3,8 millones del año anterior.
La situación actual presenta un desafío urgente para la comunidad internacional, que debe redoblar esfuerzos para abordar las raíces del desplazamiento forzado, brindar protección y asistencia a las personas afectadas, y trabajar hacia soluciones duraderas para esta crisis global.