Ancianos con ansiedad tienen un mayor riesgo de Parkinson: Estudio revela una alarmante asociación
Un reciente estudio ha descubierto una preocupante conexión entre la ansiedad tardía y un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson. La investigación, realizada por expertos del University College London (UCL), indica que las personas que experimentan ansiedad por primera vez en la edad adulta tienen el doble de probabilidades de padecer Parkinson en comparación con aquellos que no la padecen.
Este estudio, que analizó datos de casi un millón de pacientes de 50 años o más, examinó la correlación entre la ansiedad y el Parkinson, considerando además otros factores como la edad, el género, el aislamiento social, enfermedades mentales graves, demencia, traumatismo craneal y hábitos de vida.
Los resultados revelaron que aquellos pacientes diagnosticados con ansiedad por primera vez en la adultez tenían un 100% más de probabilidad de desarrollar Parkinson. Este hallazgo sugiere que la presencia de ansiedad podría ser un indicador temprano de la enfermedad neurodegenerativa, un dato crucial considerando que los antecedentes de ansiedad no siempre se toman en cuenta durante las evaluaciones de Parkinson, las cuales se basan principalmente en problemas motores.
«Si bien no existe una relación completamente definida, esta investigación es de gran importancia ya que proporciona mayor sustento para que la ansiedad sea considerada como un factor de evaluación temprana», comentó la Dra. Amelia Hursey, directora de investigación de Parkinson’s Europe, a ‘Euronews Health’.
El estudio también identificó algunos síntomas específicos dentro del grupo de pacientes con ansiedad que se asociaban con un mayor riesgo de Parkinson. Entre estos se encontraron la depresión, problemas de sueño, fatiga, deterioro cognitivo, presión arterial baja, estreñimiento y dificultades motoras como temblor, rigidez y problemas de equilibrio. Es importante destacar que el dolor de hombros, mareos, disfunción eréctil o urinaria no se asociaron con un mayor riesgo.
El tiempo promedio entre la aparición de la ansiedad y el diagnóstico de Parkinson fue de 4,9 años. Estos hallazgos, publicados en el ‘British Journal of General Practice’, podrían ser de gran utilidad para los médicos en la identificación de pacientes con mayor riesgo de desarrollar Parkinson, lo que permitiría diagnósticos más tempranos y un mejor manejo de la enfermedad en sus primeras etapas.
La Dra. Hursey también mencionó que, para los investigadores, un diagnóstico temprano podría abrir nuevas vías para comprender la raíz del problema, dado que actualmente no existe cura para la enfermedad de Parkinson.
En resumen, este estudio resalta la importancia de considerar la ansiedad, especialmente en adultos mayores, como un posible factor de riesgo para la enfermedad de Parkinson. Un diagnóstico temprano y un manejo adecuado podría mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.