La UE da luz verde a reforma de sus políticas de migración y asilo
Tras completar la vasta legislación, algunos países ahora buscan avanzar aún más en sus esfuerzos por fortalecer las políticas de la UE y enviar más llegadas a terceros países para su procesamiento. El acuerdo sobre migración y asilo es el fruto de largas negociaciones motivadas por la llegada masiva de inmigrantes irregulares en 2015, muchos de ellos procedentes de naciones como Siria y Afganistán, afectadas por conflictos armados.
Este acuerdo, objeto de críticas tanto de organizaciones benéficas que defienden los derechos de los inmigrantes como de algunos gobiernos nacionalistas, refuerzan los procedimientos fronterizos de la Unión Europea y requieren que todos sus Estados compartan la responsabilidad de las llegadas. Los ministros de la UE reunidos en Bruselas están a punto de dar su última aprobación formal a las reformas tras la votación del Parlamento Europeo, el mes pasado.
Los partidarios del pacto habían trabajado arduamente para asegurar su aprobación antes de las elecciones europeas de junio, donde podría haberse estancado en un parlamento más inclinado hacia la derecha. Las medidas entrarán en vigor en 2026, una vez que la Comisión Europea haya establecido cómo serán aplicadas.
Los nuevos centros fronterizos albergarán a los inmigrantes irregulares mientras se revisan sus solicitudes de asilo, y se agilizarán las expulsiones de aquellos considerados inadmisibles. El acuerdo también insta a los países de la UE a acoger a miles de solicitantes de asilo de Estados «de primera línea» como Italia y Grecia, o a proporcionar dinero u otros recursos a las naciones bajo presión en caso de negarse.
Simultáneamente a la aprobación de las amplias reformas, la UE está intensificando los acuerdos con los países de tránsito y origen para reducir el número de llegadas; en los últimos meses se han firmado acuerdos con Túnez, Mauritania y Egipto. Italia también ha alcanzado un acuerdo con Albania para trasladar a este país a los inmigrantes rescatados en aguas italianas mientras se procesan sus solicitudes de asilo. Además, un grupo de países liderado por Dinamarca y la República Checa está preparando una carta en la que abogan por enviar a los inmigrantes rescatados en el mar a países no pertenecientes a la UE.